Este álbum ilustrado nos cuenta una historia muy actual, la de la conectividad permanente en la que vivimos. Todas y todos permanecemos conectados cada vez más tiempo al día y esta dedicación casi exclusiva sale a la palestra con mucho humor y en modo de reflexión.
Mucho humor para hablar de cómo las nuevas tecnologías invaden nuestras vidas.
En este relato, no es el papá el que está preocupado porque su niñito esté “empatallado” sino que es el papá quien lo está. Un papá pingüino que no mira, que no escucha, que no atiende más que a su ordenador. No ve a los amigos con los que tropieza, no sabe por qué calle va, olvidó mirar a la gente del barrio y ni siquiera come frente al plato sino que come… ¡¡¡frente al ordenador!!!
Su hijo le llama para que juegue con él, su pareja le mira esperando una respuesta, pero no, este señor papá vive con absoluta entrega para su mundo virtual, hasta que, un buen día, el ordenador se le estropea y el que creía su mundo se le derrumba. Este es el suceso que, como en todo buen cuento, cambia el rumbo de la historia.
Su primera publicación fue en francés hace unos años y ahora se ha traducido al castellano y acaba de editarlo SM. Como toda buena historia, nos deja preguntas como ¿qué significa estar conectado? ¿son los amigos virtuales amigos de verdad? ¿Escucharemos y responderemos antes a los que están detrás de las pantallas o a quiénes tenemos a nuestro lado?
Papá está conectado es un cuento muy divertido que encantará a todas y a todos los que tengan desde 5 y hasta 105 años de edad. ¡A disfrutar!